Ramiro es inspector de homicidios en la comisaría de distrito del Barrio de las Delicias, en Valladolid. Tiene treinta y nueve años y lleva tres en el grupo de homicidios. Acaba de pasar una gastroenteritis aguda. Antes había estado destinado en la Unidad Territorial de Información de San Sebastián, hasta que se separó de Nagore y se replanteó el futuro. Luce barba pelirroja, de la que suele tirarse cuando está discurriendo. Este gesto se ha convertido en una auténtica manía. Lleva un tiempo rapándose al uno. Pobladas cejas, ojos claros. Mide uno ochenta y siete. De gesto reservado, voz grave y sonrisa tan poco frecuente como natural. Sale a correr por el barrio los fines de semana. Ha sido jugador de rugby y ahora los domingos suele subir a Pepe Rojo para ver jugar a su equipo. En alguna ocasión viste de manera informal, vaqueros, camisa por fuera, jersey liso de cuello de caja y deportivas.Y, como tiene una cita, se decanta por un boxer negro ajustado de Calvin Klein. Se bebe más de una copa de un Mauro del 2006. Su exclamación favorita es ¡Hay que joderse!
Otros personajes: Augusto Ledesma es diseñador gráfico y experto en documentoscopia. Tiene tanto protagonismo o más en esta novela que el propio Ramiro Sancho. Y es que no es lo que parece, ni lo que dice ser. Luce gafas Ray-Ban de cristales amarillos, modelo piloto. Con barba de tres días, vaqueros y zapatillas de marca. De complexión atlética, lleva también una sudadera de capucha azul marino sobre camiseta blanca. Fuma puritos Moods. Suele visitar el Zero Café donde se bebe varios gin-tonic. Se hace crujir los nudillos de la mano. Escucha constantemente música moderna, entre otros Bunbury, Love of Lesbian o Héroes del Silencio. Y algo más, pero que es mejor descubrir leyendo esta historia.
Otro protagonista importante, que aparece más o menos a la mitad de la narración, es Armando Lopategui, "Carapocha", psicólogo criminalista, ex-agente del KGB y la Stasi. Ofrece a Ramiro todo un repertorio de diferentes asesinos en serie a los que se ha enfrentado y estudiado. Carapocha se hace amigo de nuestro inspector y...... no puedo decir nada más.
Antonio Mejía es el comisario. Matesanz y Peteira, subinspectores. Jesús Bragado, exinspector del Grupo de Homicidios. Martina Corvo es doctora en psicolingüística. Aurora Miralles, titular del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Vallladolid. Manuel Villamil es médico forense. Y varios más que va apareciendo a lo largo de esta larga y enrevesada investigación.
Me ha gustado mucho esta novela que, a pesar de que desde el principio sabes quién es el asesino, su lectura no pierde un ápice de interés. Excelentes personajes, buena música de fondo, y poesía. Mezcla el buen humor y lo cotidiano, con las muertes que produce un asesino en serie que quiere ir superándose. Es una narración con ritmo trepidante, que a veces se rebaja, hasta que una nueva víctima está a la vista de este asesino sociópata. Aunque es la primera novela de este autor, César Pérez Gellida, no lo parece por lo bien articulada que está. Y lo mejor, Memento mori, forma parte de una trilogía que su autor ha llamado "Versos, canciones y trocitos de carne". Esperamos que no tarde mucho la segunda parte. De momento, lo dicho, novela negra muy muy recomendable.
César Pérez Gellida nace en Valladolid en 1974. Es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y Master en Dirección Comercial y Marketing por la Cámara de Comercio de Valladolid. Ha trabajado en varias empresas vinculadas con el mundo de las telecomunicaciones y la industria audiovisual. En el año 2011 decide trasladarse con su familia a Madrid para dedicarse en exclusiva a su carrera de escritor. Colabora en el programa de la cadena SER "Acento Robinson". Precisamente el ex futbolista y ahora comentarista Michael Robinson es quien ha escrito el prólogo de este libro. En mayo de este 2013 le otorgan el Premio Racimo de Oro de Literatura.
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