martes, 19 de febrero de 2013

LA DANZA DE LA GAVIOTA

Esta es la decimoquinta novela, "La danza de la gaviota"(2009), del autor Andrea Camilleri y su comisario Salvo Montalbano publicada en nuestro pais. Si queréis, ved las anteriores entradas en este mismo blog.

En esta nueva entrega nos encontramos a Salvo bien entrado en la cincuentena. Padece insomnio. Está planeando irse unos días de vacaciones con su amante Livia. No quiere encontrarse con los que están rodando una serie sobre él. Dice que al que han puesto de comisario Montalbano, el actor Zingaretti, es mucho más joven y mucho más calvo. Salvo sigue fumando mucho; y sigue comiendo en la trattoria de Enzo. Adelina, le limpia la casa y cocina para él, por ejemplo, unas exquisitas berenjenas a la parmesana, pasta con salchicas, caponatina o albóndigas de berenjena, todo ello para acompañar con queso Caciocavallo de Ragusa y aceitunas. También sigue con la costumbre de tomarse varios cafés para desayunar recién levantado.

Están presentes los mismos personajes que en las anteriores entregas, osea, que Catarella sigue siendo el poli palurdo de la centralita. Fazio, que es la mano derecha de Salvo, ha desaparecido de una forma muy enigmática. Está casado con Grazia, que cocina muy mal. Mimí Aguello, otro de la brigada, está casado con Beba, que quiere ponerse a trabajar. Pasquano, el doctor forense. Nicolo Zito es periodista de Retelibera. Galluzo, otro poli. Lamarca es un agente nuevo, parece inteligente y despierto. Gargiulo, de la Científica, que es un excelente grafólogo. Gallo es otro agente de la misma brigada. Y Bonetti-Alderighi, el atontao jefe supremo.      

Como su propio título indica, "La danza de la gaviota" empieza con un poético baile de una gaviota que está a punto de morir, y que a nuestro Salvo llega a emocionarle. Durante la narración este recuerdo vendrá varias veces a su memoria. Esta novela, como las catorce anteriores, me ha gustado mucho. Aunque Montalbano se va haciendo mayor, conserva su olfato de extraordinario sabueso, con esa retranca e ironia que le caracteriza. En esta ocasión pone toda la carne en el asador para encontrar a Fazio, su inestimable amigo y principal colaborador en la comisaria de Vigata. Muy recomendable para amantes de la saga Camilleri/Montalbano.  

En la página 206 de esta novela, Montalbano y Augello cambian impresiones. Éste le dice:

- "¡Sí, figúrate, qué escándalo, qué vergüenza! ¡Hagan lo que hagan, ahora nuestros honorables diputados se pasan por el forro a la opinión pública! Se drogan, van de putas, roban, trapichean, se venden, cometen perjurio, hacen negocios con la mafia, ¿y que les puede pasar? Como mucho, que se hable en los periódicos durante tres días. Luego todos se olvidan de ellos. Pero ellos de ti, que has levantado el escándalo, no se olvidan, de eso puedes estar seguro, y te lo hacen pagar."

Me suena, no sé porqué, pero me suena.



2 comentarios:

  1. Ay, a mí también me suena...Es verdad que a Montalbano se lo imagina una de forma diferente, pero...
    Buena reseña, breve pero sustanciosa.

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    1. Herminia muchas gracias por el comentario. Saludos.

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